miércoles, 12 de marzo de 2014

¿Qué hacías tú el día que inventaron internet?

"Lo primero que tienes que hacer al llegar a la redacción es leerte los periódicos del día", me dijo el redactor jefe. Acababa de entrar en el turno de noche. Eran las 22:00 del 12 de marzo de 1989 en la sede de la Agencia EFE en Madrid. Había que estar informado. Pero a esa hora no sabíamos que se estaba inventando internet.


¿Qué nos ha cambiado la world wide web? Todo.
 
El día había sido especialmente complicado. Había perdido toda la mañana en la agencia de viajes intentando reservar las vacaciones para Semana Santa. La empleada, después de muchas llamadas, había conseguido prerreservar dos plazas de tren a Lisboa. Me prometió que los billetes estarían al día siguiente. En el folleto de Renfe ponían los horarios, pero nadie garantizaba que no hubieran cambiado desde el año anterior. Iban a ser mis primeras vacaciones laborales. Las académicas habían durado cinco años en la Facultad de Ciencias de la Información.
 
De vuelta a casa, tras perder una mañana en Travel Express, llamé a mi amigo Antonio porque era su cumpleaños. Llevaba semanas sin saber de él, pero esta vez tampoco conseguí localizarle. Su madre me comentó que volvería de noche desde Burgos, aunque no sabía la hora exacta porque no había dejado ninguna nota. A ver si me daba tiempo a felicitarle, aunque fuera ya desde EFE, pero no quería ser pesado con tanta llamada a su casa. La próxima vez, pensé, le mando una carta y ya está. Me hacía especial ilusión porque le había comprado una casete de los Beatles en Londres, a través de un compañero. La casete no se había editado en España y era imposible encontrarla.
 
A las tres de la tarde, con tanto ajetreo, me perdí el telediario, así que puse la radio a las cuatro para enterarme de lo que pasaba en el mundo. Aunque al llegar a EFE todas las noches me leía el periódico del día (anterior), me gustaba estar "a la última" y saber por la radio y la televisión si había habido nuevas noticias. Al fin y al cabo, trabajaba en el departamento de Internacional y dábamos la última hora desde cualquier lugar del planeta. En la radio dijeron que había habido una fuerte explosión en Moscú, pero apenas se conocían más datos y no se sabría nada hasta el boletín de las cinco.
 
La tarde se torció también un poco. Mi padre había vuelto del hospital con la abuela. Las pruebas  confirmaban cardiopatía isquémica y otras palabras extrañas. Recuerdo que una era "angor". No sabíamos muy bien qué era eso y en casa estábamos bastante preocupados. Les dije a mis padres que en EFE había una biblioteca y que trataría de buscar algo de información sobre esa enfermedad. Si no, habría que esperar a la consulta del mes de abril.
 
Cuando llegué a EFE, me contaron que el balance de la explosión era ya de diez muertos. Reinaba la confusión en la oficina, porque la bobina de la agencia TASS había decidido dejar de escupir teletipos y al técnico de guardia no se le localizaba. Andaba arreglando la antena de un periódico abonado que estaba furioso porque se había quedado sin los resultados del fútbol antes del cierre. Sin noticias de TASS, el corresponsal en la URSS estaba en el lugar del atentado pero al parecer no encontraba una cabina de teléfonos en la madrugada moscovita. Durante seis horas no supimos nada de él. Finalmente, cuando llamó, nos dictó una crónica que salió hecha un churro. Estaba salpicada de lugares y nombres en ruso que no conocíamos, y la noticia la enviamos llena de erratas. Entre los muertos había un oligarca. El redactor jefe me pidió que escribiera una breve biografía. Bajé al servicio de documentación y encontré una carpeta amarilla sobre la dirigencia soviética. Pero del tal Boris no había prácticamente nada. Así que habría que esperar al día siguiente, a ver si el Pravda traía una reseña biográfica. Le enviamos un fax al corresponsal con los pocos datos recopilados.
 
La noche analógica daba sus últimos estertores. Mientras volvía a casa en el búho, para culminar ese día histórico, me topé con un terrible incendio en la Castellana. Bajé corriendo del autobús. Qué pena de cámara de fotos. Busqué una cabina pero, maldita sea, no llevaba monedas encima.
 
 
 

8 comentarios:

  1. la WWW, que no www, es un servicio sobre Internet. En 1989 Internet estaba más que inventado.

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  2. En el 89 no sé lo que haría, supongo que estudiar, pero lo que es seguro es que hacía más de 20 años que existía ya Internet... es tan fácil comprobarlo en ese mismo Internet que me resulta sorprendente que se haya colado ese error de bulto.

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    1. Tienes razón, internet ya estaba "inventado". Lo que aparece en 1989 es la world wide web. Titular que se inventó internet es una forma de simplificar que ese día se inventó la red tal como la conocemos.

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  3. Ni eso. La red que conocemos ahora empieza su andadura entre 1995 y 1996.

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  4. Es posiblemente el peor relato que he leído nunca.
    Pillas 10 ó 20 costumbres de los 80's / 90's y construyes una mala historia para justificar que el lector piense cada seis o siete palabras la suerte que tiene de tener un smartphone en el bolsillo.

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  5. Me ha gustado, para los que no vivimos esa época resulta hasta conmovedor. Me sorprende el comentario anterior, se ve que la persona que lo escribió no tuvo un buen día :)

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  6. Eh, ¡¡¡¡que yo soy el Antonio Aquel!!!!!, gracias por acordarte... Un abrazo

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